¿Por qué ayuda a mejorar el aspecto y la salud el estar con quienes queremos?

Mejorar Aspecto

Disfrutar de la vida con nuestros familiares y amigos tiene muchos beneficios. Nos ayuda a dejar de lado las tristezas y las preocupaciones, a mejorar la salud, olvidar los problemas de la oficina, a reír por anécdotas del pasado o a ayudar a quien lo necesita.

Estar rodeado de estas personas nos hace sentir queridos y su presencia puede ser el más eficaz remedio o tratamiento. Esos momentos en que estamos con amigos, padres, hermanos, primos, tíos, abuelos… son realmente beneficiosos para nuestra salud física y emocional. Y por supuesto para la de ellos. Además, esa felicidad es clave para mejorar nuestro aspecto y sentirnos más vitales.

La buena compañía, el bálsamo de la felicidad

¿A qué seguro te ha pasado que, tras una cena con tus mejores amigas, te sientes renovada, llena de energía, optimista y feliz? Parece que te has quitado un gran peso de encima y que tus problemas ya no son tan graves como pensabas antes de la reunión. Más allá de que, como dicen, la dicha compartida es más soportable, ese encuentro les sirvió a todas para hurgar en su cofre de las emociones y sacar solo las positivas.

La compañía de una persona especial es quizás eso que estabas necesitando para cambiar tu rumbo, gracias a su consejo has podido ver las cosas de otra manera y te has dado cuenta de que todo tiene solución. Pero también te ha servido para disfrutar del cariño y de los sentimientos más puros y genuinos que ese ser tiene por ti… ¡y qué bien se siente!

Muchas veces estamos demasiado ocupados con nuestras actividades y obligaciones y no nos hacemos el tiempo como para rodearnos de quienes nos hacen sentir mejor, con una palabra, una mirada o un gesto. Por ello te recomiendo que hagas un hueco en tu ajustada agenda y vayas a almorzar con tu abuela, a merendar con tus padres o a cenar con tus hermanos.

Una reunión con seres queridos, el mejor plan para mejorar tu salud

Mejorar salud en buena compañía

No olvides que tus familiares y amigos están primero y que no importa el trabajo, las deudas o lo que se robe tus preciosas horas. Toma la iniciativa e invítales a comer. Seguro pensarás que todos están en sus cosas y no pueden verse. Sé abierta en los planes y horarios y busca la manera de que encajen con los del otro. Aunque sean unos minutos entre una tarea y otra.

La calidad ha de primar antes de la cantidad. Quizás te veas con tus amigas una vez al mes (con suerte) pero en ese encuentro puedan desconectarse de todo (y de todos) y hablar de lo que se les entra en gana. Nada las distrae y las horas pasan sin darse cuenta. Relájate, no estés pendiente del reloj o del móvil y disfruta del momento.

Por último, déjame decirte que la rutina no es algo malo en todos los casos. Así como en tu agenda tienes anotados fecha y hora para cosas del trabajo, también puedes hacerlo con tus reuniones “sociales”. Muchos grupos de amigos se reúnen el primer viernes de cada mes, por ejemplo. Los fines de semana pueden ser familiares y relajados.

¡Tu semana comenzará mucho mejor!

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